Surgen por generación espontánea, unos. Otros, por generación necesaria de sus padrinos y de los privilegios a mantener o a recobrar. Todos vienen a descubrir la pólvora de “un nuevo estilo de hacer política”. Y los más atrevidos anuncian poco más o poco menos que a partir de ellos la historia política dará un giro copernicano en el Paraguay.
Las estadísticas están por igualar la cantidad de casos de dengue con la cantidad de precandidatos a Presidente. La epidemia parece no tener barrera. Ni horizontes. De izquierda y derecha, del centro “poncho yuruicha” (por lo menos hasta mostrar todas sus garras) o desde cualquier otra yuxtaposición político-ideológico-económica. Hay para todos los gustos y ni qué decir para los posteriores disgustos.
También hay padrinos y protectores a montones. Así como adulones que no pierden la oportunidad de cantar loas y letanías al “lanzado” del día o de la semana. Por poco no se abren procesos de canonización “en vida, hermano, en vida”. En el reality show de la política criolla, nadie va a capilla. Todos tienen sus “fans” y logran mantenerse bailando al ritmo seductor de la política que abre puertas para beber de las mieles del poder sin alcotest posible que lo venga a inhibir.
Las redes sociales se llenan de purahei kele’e. Desde los curules de sus respectivas prebendas públicas, desde sus poltronas multimillonarias de consejeros de alguna entidad estatal, desde sus cargos alcanzados gracias a la escalera de la “lealtad” partidaria o movimentista, los que “están” lanzan sus alabanzas montadas en medio del temor por perder los privilegios. Y los que “no están” pero quieren estar o los que quieren “volver a estar” no se quedan atrás.
Candidaturas del Pato Donald para enfrentar al Tío Rico, o candidaturas de Batman para salvar a ciudad gótica de los chistes del Guasón… Candidaturas mediáticas, de las que antes fueron criticadas y de las que ahora son justificadas. Candidaturas de “outsiders” y de demasiados “insiders”… Candidaturas ideologizadas y candidaturas desideologizadas… Candidaturas yvytuístas, candidaturas oportunas y candidaturas oportunistas… Candidaturas de “empresarios exitosos” o de eternos succionadores de las tetas estatales… Candidaturas prebendarias de viejo o nuevo cuño… Candidaturas del cambio, candidaturas del cambio del cambio, candidaturas del cambio a cambio de candidaturas…
Todas ellas diferentes pero todas ellas a la vez iguales… Las diferencian muchos aspectos, las igualan uno esencial: la falta de programas y propuestas concretas, reales, creíbles…
Nadie se ocupa de qué solución tienen o tendrán para los problemas de la gente. Para los “outsiders”, lo importante es “entrar al ruedo político” y quizás después armar programas, estrategias, planes… Por el camino se irán haciendo bueyes… o peor, se irán haciendo políticos! Para los “insiders”, el discurso de siempre: “estos son lo que yo les ofrezco” contempla mantener el poder, retomar el poder, alcanzar el poder, pero más que eso, nada más van a poder ofrecer.
Un día nos desayunamos con un programa televisivo dedicado al lanzamiento de un candidato; otro día, en el lanzamiento de otra, mateamos con un Palacio de López bostezando adormilado (¿o quizás asustado?) en el fondo de un montaje sacado de un manual del kinder de marketing político.
En fin, todavía tenemos para rato… Tanto para ratificar que la política seguirá siendo un chiste… como presagia la principal cualidad de un candidato… o peor, podría volver a ser “de terror”, como indica el “marcante” de otra colega suya en el camino hacia el sillón de López…
Dios nos libre y nos guarde… si todavía Él no ha aceptado lanzarse también… Aunque, pensándolo bien, así como le fue con un enviado suyo, al menos tenemos esperanzas de que esta vez sí se mantendrá bien neutral…
José María Costa
* Dibujo y humor del gran Nico - Nicodemus Espinoza - tomado prestado, sin permiso, por lo que ya pido las correspondientes disculpas.
* Dibujo y humor del gran Nico - Nicodemus Espinoza - tomado prestado, sin permiso, por lo que ya pido las correspondientes disculpas.
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