martes, 6 de enero de 2009

Lo que se trae el año del buey



Profecías y vaticinios después del clericó

Estamos iniciando el 2009 al calor de enero (el interminable), revisando los bolsillos a la búsqueda de remanentes fantasmales y enfrascados en una criolla discusión “vicentina” sobre si es un grupo guerrillero, un grupo de delincuentes comunes o un grupo de luchadores sociales “criminalizados” los que asaltaron, robaron y prendieron fuego al destacamento (en realidad, una caseta) militar en Tacuatí. Con semejante contexto previo al “retiro espiritual” que dirigirá Lugo a sus ministros para ver hacia dónde no vamos a decir que iremos en el 2009, ¿cómo no adentrarnos en las profundidades de la ciencias astrológicas, la quiromancia y el vudú para proponer, desde nuestra humilde columna del fondo a la izquierda (o a la derecha, según quien lo mire), una proyección científica, sintético-analítica de lo que nos traerá el 2009.

Este año corresponde, en el horóscopo chino, al sufrido Buey, que sigue al de la Rata (no Domínguez) y se caracteriza por un tiempo “duro y de mayor escasez”, por lo cual, el signo se relaciona al trabajo esforzado, la paciencia y la resistencia. No sé por qué al leer esto, me acuerdo del paquetito impositivo (en forma de leyes embudo, reglamentaciones tipo exprimidoras y resoluciones con sabor a latigazos) que la caritativa y colerestolémica administración tributaria sigue cargando sobre los contribuyentes de siempre, mientras sigue haciendo la vista gorda (y Borda) frente a los mil y un evasores que pueblan el pesebre nativo. Pero para ir al centro de nuestro objetivo, ya nomás activamos la máquina alineadora de astros, el software quiromantic 2.0 Pro y los buzios electrónicos para anunciar lo que se viene en este 2009:

• Este año, Lugo anunciará que hará el cambio. Eso no cambiará en nada.

• Los seguidores de Lugo dirán que un año “es poco tiempo” para hacer el cambio.

• Se harán los “cambios posibles”: Camacho cambiará de excusa; López Perito cambiará de explicación; Canese cambiará de asiento en la mesa de renegociación; Cardozo cambiará de asistente; Ña Mecha cambiará de trajecito; algún sobrino cambiará de zoquete. Ah, y Marcial Congo cambiará de cuello Mao.

• Federico también hará el cambio. Como ya no habrá arbolito de Navidad, se prepara el cambio de Conejo de Pascua blanco por un tapití pintado de azul.

• Borda inventará nuevos decretos para derogar leyes y dirá que, ahora sí, el dinero que se recauda será para “atender las necesidades de la mayoría”… la mayoría de los que viven de las tetas del Estado.

• Filizzola anunciará que en el país se garantiza la seguridad y la propiedad privada. Las estadísticas, siempre opositoras (reaccionarias ellas), dirán lo contrario.

• El panorama partidario estará movido. El PLRA será opositor y oficialista, y luego viceversa. La ANR se aliará con quien sea. Unace seguirá cosechando piropos y cuotas. Tekojoja será todo un partido político hecho y derecho (o izquierdo), o sea, seguirá fraccionándose. El PMAS perfeccionará sus comunicados para apoyar la gestión impoluta de Camilo.

• Habrá más accidentes de motociclistas. Algún diputado y algún médico de emergencias, no contentos con proponer que ya no se vendan motos, propondrán que se prohíba la rueda. Más de un periodista encontrará interesante la propuesta. Habrá manifestaciones de sin techos, sin tierras, sin zoquetes, sin cuotas, sin vergüenzas. Y todos cerrarán Asunción. Evanhy hará lo suyo después.

• Y finalmente, Cerro será campeón. Uff!... ya me parecía que eran increíbles las profecías que me pasaron!... Bueno, después de todo, si hasta lo que parecía increíble ocurrió en el año “de la Rata” que pasó, ¿por qué no podemos esperar otros milagros en el año del Buey que acabamos de empezar tirando el yugo de siempre?

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