martes, 9 de febrero de 2010

Manual del cambio perfecto


Siete lecciones para no ser reaccionario y sumarse al cambio

Lección 1: Ud. está invitado a sumarse al cambio… pero sin gastar mucha energía. Ud. vive en un país con la mayor represa hidroeléctrica del mundo, pero será premiado si evita prender un foco y será castigado si consume dicha energía. No se pregunte por qué. El cambio es así. Siempre la culpa está en los “de antes” y “la gente debe comprender” que en un año, en dos, en 10 o en los que sean, “no se pueden solucionar todos los problemas”.

Lección 2: Dése un baño de cambio… pero sin agua, por favor… Ud vive en el país que tiene la mayor reserva acuífera del mundo, pero la canilla servida por la aguatera estatal sólo le suministra aire, o algunas gotas locas. No se queje, Ud. está siendo parte del cambio: cambiará su costumbre de bañarse con ducha, por utilizar palanganas al estilo de la bisabuela… El baño cosaco (unas gotas por abajo y otras en el sobaco) será el estilo del verano socialista del siglo XXI.

Lección 3: Pise tierra y piense con mentalidad de cambio. La tierra es de quien la trabaja… y los dividendos, de quien actúa de gestor para la compra de esas tierras. No crea que acabarán los campesinos sin tierra, pero florecerán los líderes campesinos con dólares. A pedido de su homónimo y sus amigos, los “peritos” dirán que las tierras para la bendita “reforma agraria” puedan costar entre 3 a 4 veces más de lo que el propietario haya ofrecido.

Lección 4: Súmese al cambio de todo para no cambiar nada… El “gobierno de los amigos” no tiene por qué ser un patrimonio de los colorados… algo de eso se puede aprender de quienes mantuvieron el poder por décadas. “Los parientes también tienen derecho a trabajar”, es la consigna. Y los amigos, ni qué decir. No importa que la silla de una entidad binacional quede grande o que después de un año de supuestamente haber hecho “bien las cosas”, ahora también se diga que todo lo hecho por el antecesor “fue un desastre”… Ah, no se pregunte qué responsabilidad tiene el Presidente en ese desastre… total, él no tiene luego responsabilidad en nada. O si la tiene, ningún examen de ADN podrá probarlo…

Lección 5: Aprenda a reubicarse. Si durante cierto tiempo gozó de la confianza episcopal y luego cayó en desgracia, Ud. tiene dos opciones: O se deja llevar por la corriente del “cambio”, y espera ser reubicado en otro cargo para seguir prendido a la teta estatal… o puede “ver la luz” y descubrir finalmente que “Lugo lleva al país por un mal camino”. Si opta por esto último, olvídese de ser el “justo equilibrio”, pues pasará a formar parte del elenco de “retardatarios y reaccionarios” que “no quieren el cambio” en el país…

Lección 6: Aproveche la “salud gratuita para todos” y la “nueva escuela pública”… Pero no las aproveche tanto, porque si no, Ud. va a ser el responsable de que colapse el sistema. No se pregunte por qué con tanta salud gratuita y escuela pública renovada, los ministros y dirigentes del gobierno prefieren seguir recurriendo a seguros de salud y colegios privados. El cambio es para usted, ¿o qué cree? ¿Qué la elite revolucionaria debe concurrir a la escuelita del barrio o al centro de salud semiderruido preparados para las masas? Esa elite está para dirigir el cambio, no para utilizar los servicios del socialismo del siglo XXI.

Lección 7: Después de leer esto, y aunque cumpla todas las lecciones, no se arriesgue. Si no lo hizo antes, firme un pedido de reelección sempiterna, reclame la reforma constitucional o afíliese a alguno de los micropartidos que son “dueños del cambio”… De lo contrario, haga lo que haga, seguirá en la vereda de enfrente… y seguirá siendo un reaccionario total…

José María Costa

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