viernes, 16 de mayo de 2008

Pescadores en invasiones revueltas


¿A quiénes beneficia esta inesperada “temporada” de ocupaciones?

¿Por qué aparecen como hongos invasiones de propiedades rurales en medio de una transición de gobierno que estaba teniendo un tono más pacífico y tranquilo del que pudiera haberse esperado? ¿Por qué aparecen después de casi cuatro años de no haberse tenido invasiones de parte de los mismos grupos que hoy lideran las ocupaciones? ¿Por qué amenazan con más atropellos a fincas privadas? ¿Por qué ahora, que supuestamente se abre la esperanza de un “nuevo tiempo” y hasta las propuestas de justicia social son más creíbles? ¿Por qué, quienes antes reclamaron y satanizaron a la injusticia de los gobiernos colorados, ahora arremeten con violencia e invasiones masivas cuando ese gobierno ya se está yendo?

Las preguntas pueden tener muchas respuestas, evasivas o certeras, pero nadie puede dejar de sospechar “algo raro” en estas acciones encaminadas por movimientos campesinos que habían estado “dormidos” en materia de luchas radicales (como las ocupaciones) desde hace tiempo, y ahora, de golpe y porrazo, retoman actitudes extremas.

Las preguntas pueden continuar: ¿A quién o a quiénes beneficia que el tablero de la transición gubernamental sea pateado? ¿Qué “debilidad” del nuevo gobierno se está queriendo explotar y en beneficio de qué grupos políticos? ¿Hay beneficios “colaterales” que se conseguirían detrás de los reclamos “genuinos” de movimientos campesinos sumados a estas acciones extremas? ¿Sería uno de ellos dejar al Presidente electo sin soportes para dejarlo a merced de los cuervos políticos que esperan no perder sus privilegios y seguir carroñando al Estado a través de un “reacomodo” político? ¿O sería provocar tal grado de inestabilidad a fin de evitar la asunción, “acortar” el mandato o impedir la gobernabilidad?

Mirar con profundidad estos hechos es necesario para la Alianza Patriótica. Sin atarse exageradamente a prejuicios ni dogmas ideológicos, pues éstos pueden ser los señuelos usados por quienes podrían esperar beneficios “extras” de las invasiones.

Desde el púlpito a la lapicera

Por otro lado, ejercer la política y más aún, actuar en función de gobierno, requiere algo más que buenas intenciones. De éstas puede estar empedrado el camino al desgobierno o al fracaso. En las circunstancias planteadas con el “resurgir” de las invasiones de los “sin tierra”, ya no basta con hacer discursos políticos, culpar al otro o reflotar consignas ideológicas. Quienes han recibido la confianza ciudadana para gobernar deben plantear acciones, aún cuando no hayan asumido sus funciones. Para ello deben servir los “gabinetes de transición”, no solamente para prever tareas protocolares. Al gobierno saliente hay que reclamar tareas concretas, coordinadas con la nueva visión que implicará compromisos a corto o mediano plazo, o de lo contrario debe pedírsele que se vaya antes del tiempo para facilitar el abordaje real de los problemas.

Las consignas ideológicas o el deporte de “culpar a otros” (muy frecuentes en exponentes de la Alianza Patriótica) deben ser reemplazados por el compromiso y el ejercicio de la función de gobierno. Hay que darse cuenta de ello. Desde ahora ya no basta con seguir repitiendo que todos los males son responsabilidad de gobiernos anteriores.

El púlpito de la campaña electoral debe dar paso a la lapicera del gobierno cuanto antes.

José María Costa

2 comentarios:

  1. Ojo con este comentario premonitorio Pepe...me parece que vos ya tenes las respuestas a las muchas interrogantes que te haces!

    saludos

    Ross

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  2. espero que la premoniciòn no sea realidad... gracias por la lectura y por la interpretación correcta del mensaje...

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