martes, 8 de julio de 2008

Convención con visión




Lo que debería aportar el PLRA al país

El 10 de julio estarán de Convención. Un poco para celebrar los 121 años de existencia. Pero otro poco –y probablemente mucho más- para deliberar sobre la nueva situación de partido “co-gobernante”.

La “previa” de la magna asamblea azul se calienta con las ansiedades, resignaciones, insatisfacciones y rabietas que está generando en diversos sectores del centenario partido el pedazo de la torta gubernamental que hasta ahora le ha tocado en suerte.

Hay una realidad: el PLRA aportó más del 70 % de los votos para el triunfo y la estructura organizativa apropiada para el día de los comicios. Sin embargo, sería una pena que el principal partido de la Alianza, pilar principal para el sostenimiento político del nuevo gobierno, termine haciendo una convención con discusiones simplemente matemáticas: el número de cargos que corresponderá al partido en el gobierno.

El cambio que espera la gente no tiene que ver con números ni colores. No se trata de cambiar de nombres. No se trata de cambiar seis por media docena. No se trata de cambiar prebendarios de un partido por prebendarios de otro partido. El cambio tiene que ver con cuestiones profundas, con una mirada principista que considera al cargo público como un sitio de servicio para el país, como una herramienta para liderar las reformas necesarias para el bienestar de la gente. Si un partido –el PLRA o cualquiera de los integrantes de la Alianza- repite el esquema clientelar que hegemonizó por décadas nuestra política, ¿de qué cambio podremos hablar?

Hay una necesidad para el país: que el nuevo gobierno ungido por el voto mayoritario de los compatriotas tenga un sustento político real para ejecutar los cambios que la gente espera. Y esto debe ser observado y atendido con seriedad y responsabilidad por el propio Lugo y por los demás componentes de la Alianza. El mandato dado no es un cheque en blanco para un mesiánico, ni es una carta de autorización para que se imponga una ideología tal sobre la ideología cual. Nadie puede determinar eso a partir de los resultados de las elecciones. Sobre todo considerando las ambigüedades e imprecisiones programáticas que han rodeado a la Alianza en la temporada electoral.

La gente votó a Lugo por confianza, pero no lo votó a ciegas. Votó a él y a sus aliados aún sin tener claridad suficiente sobre programas, acciones, líneas de trabajo o nombres para cargos ministeriales. Eso, sin embargo, no significa un cheque en blanco. Significa una suma grande –la necesidad de confiar puesta en forma de esperanza- que tiene un objetivo concreto: que se actúe con inteligencia y eficiencia para realizar el cambio esperado. Y ese cambio, salvo que se piense que Lugo es Superman o santo milagrero, no lo podrá hacer él solo. Necesita apoyo político, pero apoyo coherente con el objetivo.

La convención liberal debería aportar al país lo que necesita: Claridad en el direccionamiento del nuevo gobierno y sustento político para ejecutar los cambios esperados. Eso va más allá de sumas o restas de cargos o cupos. Para eso se precisa debatir programas, proponer estrategias, formular compromisos, delinear proyectos. Se precisa pensar y disponerse a actuar. Ese es el segundo gran aporte que puede dar el liberalismo al nuevo gobierno. Un aporte a la visión de país y su ejecución. Para que la esperanza empiece a tener sentido y consistencia, y no termine desvaneciéndose en la incertidumbre, la falta de planes o las contradicciones

José María Costa

2 comentarios:

  1. Alguna vez un diplomatico norteamericano me dijo que nuestros politicos son vanidosos, mediocres y prepotentes... La analista y observdora Señora Maria Soares dijo que los politicos paraguayo no maduran, pasan del verde al podrido... Yo, Espero de verdad, que esta convencion sea constructiva, que muestre la diferencia, que hable de dignidad, de austeridad, democracia, de patriotismo y de PAZ. Quiero ver inteligencias!!

    ResponderEliminar
  2. Alguna vez un diplomatico norteamericano me dijo que nuestros politicos son vanidosos, mediocres y prepotentes... La analista y observdora Señora Maria Soares dijo que los politicos paraguayo no maduran, pasan del verde al podrido... Yo, Espero de verdad, que esta convencion sea constructiva, que muestre la diferencia, que hable de dignidad, de austeridad, democracia, de patriotismo y de PAZ. Quiero ver inteligencias!!

    ResponderEliminar