jueves, 30 de abril de 2009

Paternidad a presión


Machismo, adulonería y mentiras en un combo presidencial

Lugo hizo lo que debía hacer. En realidad, lo que debió hacer hace dos años y medio si hubiera encarado con responsabilidad su relación sentimental y el producto de ella. Es lo menos que se podía esperar. En este tema del hijo del Presidente de la República, hay demasiadas aristas, pero me detendré en unas que considero relevantes analizar aunque sea brevemente.

El pastorcillo mentiroso. Es posible que este evento no afecte a Lugo tanto como hubiera afectado a cualquier otro personaje de la política. Pero, cada vez más van apareciendo elementos que conspiran contra la credibilidad de quien, sin dudas, llegó a la política a caballo del crédito moral de una institución enraizada en el pueblo –a la cual también mintió y traicionó- y arropado con las últimas esperanzas de la gente por tener un país honesto, transparente y con la vigencia de los derechos humanos. Todo lo contrario de lo que deja como lección este incidente que podría haber sido un hecho privado, pero se convirtió en público por causa de la irresponsabilidad del propio Lugo –y no por culpa de fantasmas politiqueros como trataron de argumentar sus alàteres-. Aquí hubo una mentira original, que por presión dejó develar una verdad. ¿Habrá otras más?

El kele’e hasta en el caracú. Como para no dejar de recordarnos el país que somos y la tradición de “kele’e” en la política criolla, no faltaron los paniaguados y adulones que calificaron de “acto de valentía”, “gesto ejemplar”, o felicitaron efusivamente a Lugo por admitir la paternidad que negó durante dos años y más. Hasta las ministras de la Mujer y la de la Niñez –vaya paradoja- se sumaron a dicho torneo de adulonería. Si alguien las buscada, aquí tienen las respuestas a las preguntas de por qué sigue tan campante el machismo en la geografía patria o por qué el caudillismo mesiánico tiene cuerda para rato por estas latitudes.

El que es infiel en lo poco… No es la mejor lección de compromiso la que ofrece Lugo con esto. Ya demostró poco apego al cumplimiento de sus promesas clericales antes, algo que la gente que lo votó prefirió desconocer y obviar. Pero con esto también ha demostrado que es capaz de tener poco apego a sus compromisos y responsabilidades ciudadanas… al menos hasta que le demanden. El derecho de un niño ha precisado una acción judicial para provocar el reconocimiento y asunción de este compromiso. El temor razonable es que el otro compromiso, el asumido con el país y la gente, corra la misma suerte. De todos modos, para no pecar de pesimistas, recordemos que si no cumple ese compromiso, Dios y la patria podrán demandarlo. Tal como lo hizo un niño, y ganó.

José María Costa

1 comentario:

  1. Siempre que puedo leo tus comentarios pero este en particular, el de paternidad a presion, me ha llegado hondo.. espero no ser la unica en felicitarte, me gustaria tener mas facilidad de palabras para llenar de elogios esta pagina, sos un genio Pepe..preguntaste si aparecerian mas, creo que no es necesario responder..por nuestro bien, la juventud, espero que cumpla algunas mas de sus promesas y viva el derecho a la lubre expresion!!!

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